Rescatando al soldado Ryan (1998)
Ambientada en la invasión de
Normandía durante la Segunda Guerra Mundial. Dirigido por Steven Spielberg y
escrito por Robert Rodat, el filme destaca por su recreación muy realista de la
guerra, especialmente en sus intensos 27 primeros minutos, que narran el
desembarco y asalto aliado de la playa de Omaha el 6 de junio de 1944. La
historia continúa con Tom Hanks como el capitán John H. Miller del ejército de
los Estados Unidos y siete hombres en busca de un paracaidista, el soldado
James Francis Ryan, que ha perdido a sus tres hermanos en combate.
Sinopsis: En la mañana del 6 de
junio de 1944, comienzo de la invasión de Normandía, los soldados
estadounidenses se preparan para desembarcar en la playa de Omaha. Nada más
abrirse las puertas de sus lanchas de desembarco es recibido por un feroz fuego
de artillería alemana, que masacra a muchos de los soldados en cuanto ponen pie
en tierra. El capitán John H. Miller, al mando de la compañía Charlie del 2. º
Batallón Ranger, sobrevive a la carnicería del desembarco, reúne a un grupo de
soldados para intentar penetrar las defensas alemanas y abre brecha para
avanzar desde la playa.
Comentario: Spielberg supo
combinar magistralmente una historia intensa, dramática y emotiva conservando
al mismo tiempo los principales aspectos históricos de lo que debió de ser uno
de los principales momentos de la Segunda Guerra Mundial. Es cierto que tiene
un tono patriotero yanqui muy acentuado para los gustos europeos. Es cierto que
tiene un final estilo "que viene el 7º de caballería". Pero también
es cierto que en Norteamérica tienen un gran respeto por sus veteranos de
guerra (tienen un Veteran's day) y que Spielberg es un director norteamericano
que hace películas que gustan a los norteamericanos porque así se gana la vida.
Spielberg simplemente hace mejor lo que hemos visto en anteriores películas.
Nos muestra lo que debió de ser aquel infierno centrándose en la historia de un
puñado de hombres. La escena del desembarco de Normandía es perfecta. Spielberg
ha sabido aprovechar todos los adelantos técnicos que tenía en el momento para
que el espectador sienta en la medida de lo posible lo que debió ser el
desembarco. Utiliza magistralmente la toma subjetiva pues en ningún momento
durante el acercamiento vemos la playa. Sólo vemos los rostros de los soldados
totalmente asustados y nerviosos. Además la cámara se detiene por bastante
tiempo en alguno de ellos, casi diría que se detiene en algunos de esos
personajes más que en Tom Hanks. En mi opinión con ello consigue que creamos
que van a ser los secundarios que van a acompañar a Tom Hanks en el resto del
film. La sorpresa viene cuando baja la rampa y vemos que de ellos casi no queda
ni uno..
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