Casablanca (1942)
Narra un drama romántico en la
ciudad marroquí de Casablanca bajo el control del gobierno de Vichy. La
película, basada en la obra teatral Everybody comes to Rick’s (Todos vienen al
café de Rick), de Murray Burnett y Joan Alison, está protagonizada por Humphrey
Bogart en el papel de Rick Blaine e Ingrid Bergman como Ilsa Lund. El
desarrollo de la película se centra en el conflicto de Rick entre —usando las
palabras de uno de los personajes— el amor y la virtud: Rick deberá escoger
entre su amada Ilsa o hacer lo correcto. Su dilema es ayudarla o no a escapar
de Casablanca junto a su esposo, uno de los líderes de la resistencia, para que
este pueda continuar su lucha contra los nazis.
Sinopsis: Casablanca está
ambientada en plena Segunda Guerra Mundial, y cuenta la historia de Rick Blaine
(interpretado por un magnífico Humphrey Bogart acabando con su encasillamiento
de gangster), dueño del Café de Rick en la ciudad de Casablanca; y la llegada
de una antigua novia de Rick, Ilsa Lund (Ingrid Bergman) junto a su esposo
Victor Laszlo (Paul Henreid), líder de la resistencia checa, que necesitan de
la ayuda de Rick para escapar de Casablanca, que está bajo el control de los
nazis. La relación entre Rick e Ilsa vuelve a resurgir, de modo que este se ve
en la encrucijada de si hacer lo mejor para Ilsa y su marido y que ellos
escapen, o romper contra sus propios ideales e intentar escapar con la chica
dejando a Laszlo en la más pura estacada.
Comentario: El alma de la
película es, por supuesto, Rick, y su local, el Rick’s. El diseño de producción
de Carl Jules Weyl, que ya había trabajado con Curtiz con anterioridad, es
realmente sensacional, y nos traslada a una capital económica marroquí de
cuento, casi de Aladino, como de cuento es el París (realmente, los mismos decorados
rediseñados en el mismo plató) de los flash-backs. Escenarios que van a servir
para el viaje de redención y perdón de Rick, el cínico con el corazón roto, que
comienza dándoselas de duro con los oficiales y los banqueros alemanes, para
luego ser un anti-héroe, lejos de la ideología de Víctor, pero igualmente
sacrificado, porque ¿no sacrifica su amor por Ilsa a cambio de un bien mayor,
como es la libertad? Cómo ha cambiado el mundo y el cine. Hay diálogos
geniales, como ese tan famoso de “si pensara alguna vez en tí...probablemente
te despreciaría”, y una fotografía muy interesante, muy visual, pues Curtiz
quería contar la historia con sombras y planos, más que con exposiciones de
tramas. De todas formas, y aunque hay una gran inventiva en el uso de sombras y
movimiento de cámaras, y a pesar de la influencia del expresionismo alemán,
permanece el convencionalismo de la época en detalles como los primeros planos
de Ingrid Bergman, siempre con filtros suaves, tan típicos de aquellos años. Lo
que no era tan típico es que una producción tan cara no tuviera un final
cerrado en el rodaje, pues nadie sabía con quién se quedaría finalmente Ilsa.
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