miércoles, 23 de noviembre de 2016

Casablanca (1942)
Narra un drama romántico en la ciudad marroquí de Casablanca bajo el control del gobierno de Vichy. La película, basada en la obra teatral Everybody comes to Rick’s (Todos vienen al café de Rick), de Murray Burnett y Joan Alison, está protagonizada por Humphrey Bogart en el papel de Rick Blaine e Ingrid Bergman como Ilsa Lund. El desarrollo de la película se centra en el conflicto de Rick entre —usando las palabras de uno de los personajes— el amor y la virtud: Rick deberá escoger entre su amada Ilsa o hacer lo correcto. Su dilema es ayudarla o no a escapar de Casablanca junto a su esposo, uno de los líderes de la resistencia, para que este pueda continuar su lucha contra los nazis.

Sinopsis: Casablanca está ambientada en plena Segunda Guerra Mundial, y cuenta la historia de Rick Blaine (interpretado por un magnífico Humphrey Bogart acabando con su encasillamiento de gangster), dueño del Café de Rick en la ciudad de Casablanca; y la llegada de una antigua novia de Rick, Ilsa Lund (Ingrid Bergman) junto a su esposo Victor Laszlo (Paul Henreid), líder de la resistencia checa, que necesitan de la ayuda de Rick para escapar de Casablanca, que está bajo el control de los nazis. La relación entre Rick e Ilsa vuelve a resurgir, de modo que este se ve en la encrucijada de si hacer lo mejor para Ilsa y su marido y que ellos escapen, o romper contra sus propios ideales e intentar escapar con la chica dejando a Laszlo en la más pura estacada.


Comentario: El alma de la película es, por supuesto, Rick, y su local, el Rick’s. El diseño de producción de Carl Jules Weyl, que ya había trabajado con Curtiz con anterioridad, es realmente sensacional, y nos traslada a una capital económica marroquí de cuento, casi de Aladino, como de cuento es el París (realmente, los mismos decorados rediseñados en el mismo plató) de los flash-backs. Escenarios que van a servir para el viaje de redención y perdón de Rick, el cínico con el corazón roto, que comienza dándoselas de duro con los oficiales y los banqueros alemanes, para luego ser un anti-héroe, lejos de la ideología de Víctor, pero igualmente sacrificado, porque ¿no sacrifica su amor por Ilsa a cambio de un bien mayor, como es la libertad? Cómo ha cambiado el mundo y el cine. Hay diálogos geniales, como ese tan famoso de “si pensara alguna vez en tí...probablemente te despreciaría”, y una fotografía muy interesante, muy visual, pues Curtiz quería contar la historia con sombras y planos, más que con exposiciones de tramas. De todas formas, y aunque hay una gran inventiva en el uso de sombras y movimiento de cámaras, y a pesar de la influencia del expresionismo alemán, permanece el convencionalismo de la época en detalles como los primeros planos de Ingrid Bergman, siempre con filtros suaves, tan típicos de aquellos años. Lo que no era tan típico es que una producción tan cara no tuviera un final cerrado en el rodaje, pues nadie sabía con quién se quedaría finalmente Ilsa.

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